SALARIOS MÍNIMOS Y PODER ADQUISITIVO EN EUROPA

SALARIOS MÍNIMOS Y PODER ADQUISITIVO EN EUROPA

En las economías de los países europeos en las que el sueldo mínimo por ley existe, este suele guardar relación con la capacidad de compra de sus ciudadanos.

En algunos países de la Unión Europea aún no existe una remuneración mínima para los trabajadores.

Los países sin legislación en cuanto al salario mínimo son: Dinamarca, Italia, Chipre, Austria, Finlandia, Suecia, Islandia, Noruega, Suiza.

Como vemos, hay países que cuentan con las rentas per cápita más elevadas del mundo pero que sin embargo no tienen establecido un salario mínimo.

La falta de salario mínimo en estos países no significa que las empresas puedan pagarlo de forma arbitraria.

La gran mayoría de los sectores fijan sus propios salarios a través de la negociación colectiva.

En este listado figuran países muy prósperos y avanzados a nivel de políticas sociales, y con una tasa de paro casi inexistente, como son los países escandinavos.

Esto se entiende en parte porque gracias a la gran demanda de trabajadores por parte de las empresas y a su productividad, éstos son capaces de ofrecer muy buenas condiciones laborales.

En conclusión, se trata de dos diseños salariales totalmente diferentes, el de Latino América, y el de países socialmente desarrollados como Canadá, países escandinavos, algunos países europeos, algunos países asiáticos, Nueva Zelanda, Australia. 

El poder adquisitivo del sueldo mínimo en los países socialmente desarrollados, además de satisfacer las necesidades primarias, siempre contempla un dinero extra para otros gastos, como por ejemplo, para cubrir el financiamiento de vehículo, adquisición de vivienda, computadoras, teléfonos celulares, disfrute de vacaciones, esparcimiento, entretenimiento.

Adicionalmente este poder adquisitivo permite la previsión para ahorros de dinero (baja inflación).

Para la mayoría de los habitantes de Latino América, la capacidad de compra o poder adquisitivo, comúnmente es equivalente al sueldo mínimo, diseño que corresponde a una suma que siempre está por debajo de lo que se requiere para satisfacer las necesidades primarias: alimentación, salud, vivienda, transporte, servicios básicos.

Por supuesto, este poder adquisitivo disminuye al aumentar la inflación y el costo de vida, situación que generalmente no ocurre en los países socialmente desarrollados.