LA PROPUESTA
DE MARÍA CORINA PARA TRANSFORMAR VENEZUELA
María
Corina Machado
Líder opositora venezolana.
Ingeniero industrial con Especialización en Finanzas del IESA y graduada del
Programa de Líderes Mundiales en Políticas Públicas de la Universidad de Yale,
en Estados Unidos.
Un “extenso programa de
privatización” del sector petrolero es una de las principales propuestas
de María Corina Machado, quien asegura que, de esta manera, se
recuperará la producción y Venezuela pasará a ser el “hub” energético
“de las Américas”, al convertirse en un “proveedor estable, seguro y
confiable”.
La privatización, a su
juicio, satisfará “necesidades perentorias de la población”, mejorará
los salarios y las condiciones laborales de los trabajadores
petroleros y permitirá una “generación de empleo”, ya que las empresas requerirán
de “ingenieros, técnicos, empleados y obreros” venezolanos.
Privatización y reactivación
de la producción petrolera y de gas con atracción de
empresas internacionales y nacionales especializadas. Venezuela es uno de los
países con mayores reservas tanto de petróleo como de gas natural en el mundo.
La Organización de Países
Exportadores de Petróleo y la Agencia Internacional de Energía reconocen
reservas por más de 300 mil millones de barriles de petróleo y 200 billones de
pies cúbicos de gas natural. El objetivo es aumentar de manera sostenida la producción
petrolera y de gas para aprovechar la ventana de oportunidad que existe de
demanda mundial de hidrocarburos.
Para lograr este objetivo se
requerirá grandes inversiones que el Estado venezolano no puede hacer. La
atracción de capitales privados es la solución, y la estrategia para lograrlo
es la privatización.
Se privatizarán todas las
actividades productivas de la industria que sea aconsejable para lograr
inversiones privadas masivas y el incremento sostenido de la producción con
condiciones que garanticen seguridad jurídica y un entorno atractivo para los
inversionistas.
El Estado seguirá recibiendo
recursos fiscales en forma de regalías y de impuestos, y asegurará las
condiciones para que las empresas privadas incrementen la producción en el más
corto plazo posible.
Se establecerá una Agencia
Venezolana de Energía y Petróleo que asumirá la función reguladora de la
industria. La privatización petrolera hará que Venezuela recupere su condición
de abastecedor seguro y confiable para sus clientes y brinde inmejorables oportunidades
de inversión en la industria.
Programa amplio de
privatización de empresas y activos públicos para deslastrar
al Estado de cientos de actividades empresariales ineficientes que sobrecargan
la estructura del sector público y le cuestan a la Nación inmensos recursos en
forma de subsidios.
La urgencia y necesidad de
este programa están motivadas por el elevado número de entidades públicas de
índole empresarial actualmente en manos del Estado venezolano, resultado de las
numerosas estatizaciones principalmente a partir de 2007 y la desordenada
creación de nuevas entidades públicas.
Prácticamente todas estas
entidades, hoy bajo control estatal, se encuentran en una situación financiera
extremadamente precaria, con notables deficiencias técnicas y operativas.
Los recursos obtenidos por
el programa de privatización serán empleados en el programa masivo de inversión
para reactivar el crecimiento económico, aumentar el bienestar de la población
e incrementar la capacidad productiva de la economía.
Un eficiente y transparente
proceso de privatización de empresas mal administradas, siguiendo las mejores
prácticas internacionales, permitirá un cambio sustantivo en la composición del
gasto público, la activación productiva y la generación de mayores ingresos
tributarios.
El programa busca alcanzar
cuatro objetivos fundamentales:
Primero,
optimizar el uso de las empresas y activos en manos del Estado para mejorar
tanto la cantidad como la calidad de los bienes y servicios que ofrecen,
mediante su transferencia al sector privado, que aportará capital, gestión y
tecnología a estas entidades.
Segundo,
mejorar la gestión del balance financiero de la República. El país tiene una
significativa deuda externa, por la cual se pagan intereses considerables,
mientras que existen empresas y activos valiosos que no se están aprovechando
debidamente. Un programa de privatización como el propuesto puede contribuir
sustancialmente a un balance financiero más sólido.
Tercero,
contribuir al equilibrio de las cuentas fiscales y, por ende, a la estabilidad
macroeconómica y al crecimiento económico. Las empresas públicas representan
una importante fuga de fondos públicos que son escasos y que son necesarios
para atender múltiples demandas urgentes.
Cuarto,
permitir la concentración de la gestión y administración pública en asuntos que
son intransferibles o indelegables para el Estado. Se considerarán igualmente
opciones de gestión privada de servicios públicos en los casos que lo ameriten.
MEDIANO Y LARGO PLAZO
Venezuela será el Hub
Energético de las Américas, con impacto mundial, a
través de una combinación de energías provenientes de los abundantes recursos
de hidrocarburos, y de los cuantiosos recursos energéticos renovables.
El país volverá a ser
un jugador de primer orden en la producción y refinación de
hidrocarburos apoyado en la privatización de la industria petrolera y
gasífera.
Adicionalmente, se
recuperarán y desarrollarán los inmensos recursos de energías renovables
hidroeléctrica, solar, eólica, y las aplicaciones energéticas del hidrógeno
para, en conjunto con la producción petrolera y de gas, posicionar al país como
el gran centro de energía continental y global.
En especial, respecto a las
fuentes de energía renovables, se rescatará de manera prioritaria el
potencial de producción hidroeléctrica del país para aumentar la
contribución de esta energía limpia y sostenible al consumo eléctrico nacional
y para su exportación.
El sistema hidroeléctrico
del bajo Caroní (Guri, Macagua, Caruachi) tienen una capacidad instalada total
de aproximadamente 15.000 MW, y junto con el resto de las hidroeléctricas,
suman un total de 17.000 MW. Adicionalmente, la central de Tocoma no se ha
completado después de muchos años de construcción. Se valorará la terminación
de esta central que podría aportar más de 2.000 MW adicionales de energía
limpia.
La demanda máxima del país,
alcanzada en 2013, podría ser atendida casi en su totalidad por la generación
hidroeléctrica instalada actualmente. Sin embargo, el sistema produce
aproximadamente la mitad de su capacidad, por falta de inversión, mantenimiento
y gerencia. El rescate del sistema hidroeléctrico de Venezuela será una
prioridad del Estado para asegurar una matriz energética limpia a nivel
nacional.
Venezuela cuenta con grandes
oportunidades de aprovechar la energía solar y eólica en extensas áreas del
país. Se incentivará la inversión privada en estas
energías para aumentar su contribución a la matriz energética nacional.
Igualmente se incentivará la
investigación y la inversión en la producción de hidrógeno con aplicaciones
energéticas. Con un esfuerzo de inversión masiva en energía por parte del
sector privado y el Estado, Venezuela podría superar los 75.000 MW solo con
hidroelectricidad y energía eólica (como se detalla más adelante en este
programa), una cifra varias veces superior al consumo nacional.
En adición a la capacidad de
generación de energía limpia, Venezuela tiene un potencial de cerca de 20.000 MW
de generación térmica, que por sí sola podría abastecer igualmente al país
holgadamente, aunque en la actualidad solo un 10% está operativa y disponible.
El conjunto de fuentes de
generación eléctrica permitiría convertir a Venezuela en un centro de
exportación de energía con fuentes renovables a los países de la región. Como
punto de comparación, la demanda de energía del país pasó de un pico de 18.600 MW
en 2013 a cerca de 12.400 MW actualmente como consecuencia de la depresión
económica.
El crecimiento de la
economía, como resultado del plan de expansión que se propone en este programa,
hará crecer la demanda de energía. Sin embargo, el potencial de generación
energética total del país abastecerá toda la demanda, y dejará un excedente masivo
que podrá ser exportado. El restablecimiento y desarrollo de las diversas
fuentes de energía convertirán a Venezuela en un actor internacional de primer
orden, y abastecedor seguro de los países que pueden beneficiarse del potencial
energético del país.
Se implementará un programa
de gas domiciliario por tubería progresivamente en
las ciudades del país aprovechando el incremento de la explotación del
inmenso potencial de gas que tiene Venezuela, a través de una combinación
prioritariamente de inversión privada y de aplicación del programa de inversión
pública en infraestructura en los casos que no sean comercialmente rentable.
REFERENCIA
VENEZUELA TIERRA DE GRACIA
La propuesta de María Corina para transformar Venezuela